
Bendiciones
Hoy hace tres años que la vida de mi hijo Alex cambió. En cuestión de 24 horas, su vida dio un giro radical y pasó de ser el típico niño de 4 años que hacía cosas típicas de un niño de 4 años a un niño que se enfrentaría a toda una vida de retos médicos, emocionales y físicos. Esta misma mañana de hace tres años nos levantamos como siempre, como siempre, pero con un pequeño signo revelador que le llevó a una resonancia magnética horas más tarde y a una operación cerebral urgente al día siguiente.