Uno de los debates que más ha abierto brecha entre las comunidades de salud funcional y la medicina convencional es la distinción entre fatiga suprarrenal e insuficiencia suprarrenal. Debido al ritmo frenético de la vida moderna, a menudo nos vemos obligados a estar constantemente ocupados y a movernos con rapidez.
La mayoría de la gente prefiere estar ocupada y activa a no estarlo; por lo tanto, esto no es un problema. Pero, ¿y si se convierte en un problema? ¿Y si la gente está tan ocupada todo el tiempo que parece estar siempre agotada?
En este escrito, veremos qué es la insuficiencia suprarrenal, sus complicaciones y la fatiga suprarrenal frente a la insuficiencia suprarrenal.
Qué es la fatiga suprarrenal?
La fatiga suprarrenal es una afección derivada de una exposición prolongada al estrés. La mayoría de sus síntomas se parecen bastante a los de la insuficiencia suprarrenal (hablaremos de ella más adelante). Al principio, es posible que algunas personas ni siquiera se sientan agotadas; en su lugar, aparecerán extraños antojos de sal, azúcar y carbohidratos. Empezarán gradualmente a sentirse letárgicos y desmotivados durante el día a medida que pase el tiempo y las hormonas se desequilibren cada vez más, seguido de un aumento de energía por la tarde y por la noche.
Síntomas de la fatiga suprarrenal
Se cree que el agotamiento, los dolores corporales, el insomnio, la ansiedad o los problemas digestivos son signos de fatiga suprarrenal. Además, se afirma que una persona puede desear dulces y sal y necesitar estimulantes como la cafeína para mantenerse activa a lo largo del día. Se trata de síntomas que no son específicos de ninguna enfermedad. Estos síntomas pueden estar presentes simplemente en alguien que siempre está ocupado.
Qué es la insuficiencia suprarrenal?
Cuando las glándulas suprarrenales son incapaces de generar suficiente cortisol para mantener el equilibrio (homeostasis) de la presión arterial, los electrolitos y la energía metabólica, esta afección se conoce como insuficiencia suprarrenal.
Dado que el cortisol es necesario para mantener muchos procesos corporales fundamentales, la insuficiencia suprarrenal supone una amenaza para la existencia humana. La mayoría de las personas con insuficiencia suprarrenal necesitan un tratamiento sustitutivo del cortisol de por vida. Los síntomas inespecíficos de la insuficiencia suprarrenal, como náuseas, agotamiento y malestar, suelen confundirse con otras enfermedades.

Las anomalías genéticas, las enfermedades autoinmunes, las infecciones, los traumatismos craneoencefálicos y el tratamiento con esteroides para otras dolencias, como el cáncer y el asma, se encuentran entre las más de sesenta causas de insuficiencia suprarrenal. La insuficiencia suprarrenal se clasifica en tres tipos.
Insuficiencia suprarrenal primaria
Este tipo de insuficiencia suprarrenal, también denominada enfermedad de Addison, está causada por una lesión prolongada de las glándulas suprarrenales. Éstas ya no son capaces de generar suficiente cortisol para combatir el estrés o aumentar la vitalidad. El organismo experimenta entonces una importante deficiencia hormonal, que provoca un desequilibrio y puede afectar a la tiroides y a otras partes del cuerpo.
Insuficiencia suprarrenal secundaria
Ésta procede de la hipófisis. Los traumatismos craneoencefálicos, el síndrome de Sheehan (pérdida excesiva de sangre tras el parto) y la silla turca vacía son algunos ejemplos de insuficiencia suprarrenal secundaria. Otro nombre para ella es hipopituitarismo. La insuficiencia suprarrenal secundaria se complica con frecuencia por la escasez de múltiples hormonas, ya que la hipófisis se comunica tanto con la glándula tiroides como con la suprarrenal.
Insuficiencia suprarrenal terciaria
Este tipo de insuficiencia suprarrenal se produce cuando el hipotálamo es incapaz de generar suficiente corticotropina. Esto provoca un mal funcionamiento de la hipófisis, que reduce la cantidad de ACTH secretada. En consecuencia, las glándulas suprarrenales son incapaces de generar cortisol en la sangre.
Complicaciones de la insuficiencia suprarrenal
La crisis suprarrenal es el efecto secundario más peligroso de la insuficiencia de glándulas suprarrenales. Una crisis suprarrenal puede ser mortal si no se trata. Durante periodos de estrés físico, como una enfermedad, una lesión grave o una intervención quirúrgica, el cuerpo necesita mucho más cortisol de lo habitual. Estos períodos de deficiencia extrema de cortisol pueden dar lugar a una presión arterial baja potencialmente grave, un nivel alto de potasio en sangre, un nivel bajo de glucosa en sangre y un nivel bajo de sodio en sangre.
Fatiga suprarrenal frente a insuficiencia suprarrenal: ¿Cuál es la diferencia?
La fatiga suprarrenal es el debilitamiento progresivo de las glándulas suprarrenales debido al estrés, mientras que la insuficiencia suprarrenal es el agotamiento de los niveles de cortisol debido a una lesión suprarrenal. Dado que el estrés persistente es la causa principal de la fatiga suprarrenal, sus síntomas son menos evidentes. Hay varias enfermedades crónicas que pueden provocar insuficiencia suprarrenal, incluida la fatiga suprarrenal.
Además, los pacientes suprarrenales de la fatiga todavía tienen glándulas suprarrenales funcionales que estén en el proceso de conseguir comprometidas, pero la insuficiencia suprarrenal es una diagnosis más peligrosa puesto que significa típicamente que las glándulas suprarrenales están destruidas ya.
Los síntomas de la fatiga suprarrenal no son los mismos que los de la insuficiencia suprarrenal. Confusión, deshidratación o pérdida de peso son algunos de los síntomas. Debilidad, agotamiento, aturdimiento, náuseas, vómitos o malestar estomacal son algunos de los síntomas que pueden referir los pacientes. Para identificar la insuficiencia suprarrenal son necesarios muchos análisis de sangre. Los fármacos a base de esteroides que reponen la hormona cortisol que falta son una forma sencilla de tratarla.
Conclusión
Siempre habrá un debate constante sobre la fatiga suprarrenal frente a la insuficiencia suprarrenal. La vida puede ser difícil, sobre todo hoy en día, pero no tiene por qué afectar negativamente a nuestro cuerpo, nuestra salud o nuestra calidad de vida. Cualquier forma de estrés crónico desgasta gradualmente el organismo y, si no se trata, puede ser incluso mortal. Ser consciente de ello es la mitad de la lucha. Dése la información que necesita para tomar medidas que salvaguarden su salud y bienestar.
