La vida después de la cirugía de craneofaringioma: Qué esperar

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La vida después de una operación de craneofaringioma puede traer consigo muchos sentimientos encontrados. La idea de tener un tumor cerebral puede ser aterradora. Para los pacientes y sus familiares, una de las situaciones más aterradoras es no saber qué esperar o cómo se desarrollará la vida en los días venideros. Es la misma sensación cuando a uno le diagnostican un craneofaringioma.

Será fundamental que las personas que reciban tratamiento sepan cómo afrontar la vida después de una intervención quirúrgica de craneofaringioma y cómo la terapia puede afectar a sus vidas, así como a las de sus seres queridos y cuidadores. Este artículo tratará sobre cómo vivir con un craneofaringioma, los síntomas y las opciones quirúrgicas disponibles. 

¿Qué es el craneofaringioma?

El craneofaringioma es un tumor poco frecuente que se desarrolla cerca de la hipófisis, un órgano pequeño pero potente que controla las hormonas del cuerpo. Este tumor crece lentamente y puede ser difícil de detectar en sus primeras fases de crecimiento. No es un cáncer, pero debido al lugar donde se desarrolla, puede ejercer presión sobre otras regiones importantes del cerebro como el nervio óptico, el tallo hipofisario y el hipotálamo.

El tratamiento del craneofaringioma es necesario si se padece esta afección. El tumor crece cerca de la hipófisis, donde puede afectar a estructuras implicadas en la producción y liberación de hormonas, así como a muchos nervios que controlan la vista. Los craneofaringiomas pueden convertirse en enfermedades potencialmente mortales. 

Aunque el tumor en sí no es dañino, sus efectos sobre la glándula pituitaria cercana pueden provocar la producción insuficiente de varias hormonas, lo que puede repercutir negativamente en el desarrollo y otros procesos corporales esenciales.

Síntomas del craneofaringioma

Los síntomas del craneofaringioma se asocian a trastornos que afectan al cerebro, los nervios ópticos y las glándulas pituitaria e hipotálamo. Cuando un craneofaringioma se forma en un adulto, los efectos sobre el crecimiento y el desarrollo no son perceptibles cuando son jóvenes. 

Tanto los adultos como los niños pueden experimentar problemas de visión, especialmente en zonas de su visión periférica. Los profesionales sanitarios pueden tener dificultades para determinar rápidamente si el tumor es el origen de estos síntomas porque pueden parecerse a los de otras enfermedades.

Diagnóstico

Para diagnosticar correctamente los síntomas se realiza un examen neurológico. El neurólogo puede utilizar el olfato, la función motora, la deglución, la sensibilidad, el equilibrio y el oído para comprobar si padece un craneofaringioma. Si tiene problemas de visión, deberá realizar un examen ocular, mientras que se llevará a cabo un análisis de sangre para identificar cambios en los niveles hormonales.

Un profesional puede utilizar pruebas de imagen para determinar la localización y el tamaño del craneofaringioma. Las pruebas de imagen incluyen la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC). En ambas pruebas se suele aplicar un contraste para mejorar la claridad de la imagen. 

Dado que la mayoría de los craneofaringiomas presentan una acumulación de calcio, las tomografías computarizadas son muy útiles para obtener imágenes de este tipo de tumor, ya que son especialmente buenas para visualizar tumores con acumulación de calcio. 

Craneofaringioma: ¿Cuándo es necesaria la cirugía?

Es necesario operar si el tumor provoca alteraciones cognitivas, cambios hormonales y presión intracraneal elevada. El objetivo inicial de la cirugía es la extirpación segura del tumor y la confirmación diagnóstica. Sin embargo, esto no sería factible si el tumor está cerca de estructuras cercanas importantes. En ese caso, el neurocirujano podría extirpar el tumor parcialmente y sugerir radioterapia tras la intervención. 

Antes de decidir cuánto tumor extirpar, los neurocirujanos evalúan cada caso por separado. La estrategia y el grado de agresividad de la terapia vienen determinados por un equilibrio entre riesgos y beneficios. De manera significativa, el acceso a la atención neurológica, la supervisión endocrinológica y la ayuda socioeconómica determinan los resultados a largo plazo de la cirugía en pacientes juveniles.

Craneofaringioma: Opciones quirúrgicas

Los métodos transcraneal y transnasal son las dos técnicas quirúrgicas fundamentales utilizadas para tratar la mayoría de los craneofaringiomas. Una evaluación exhaustiva del tamaño y la posición del tumor, la infiltración de las estructuras que lo rodean y las habilidades del neurocirujano influyen en la opción quirúrgica a elegir. El abordaje transnasal es un método menos invasivo que accede al tumor a través de la entrada nasal natural. Cuando el tumor está situado alrededor de la línea media y la base del cerebro, funciona especialmente bien.

Aunque se utiliza con menos frecuencia, el abordaje transcraneal más intrusivo es beneficioso para tumores más grandes con formas y localizaciones intrincadas que requieren una mayor visión quirúrgica y espacio de manipulación. El objetivo de la resección tumoral, independientemente del abordaje, es extirpar la mayor cantidad de tumor posible manteniendo el estado funcional del paciente.

La vida después de la cirugía de craneofaringioma

Dependiendo de la naturaleza y el resultado de la operación, el tiempo de recuperación puede durar desde unas pocas semanas hasta varios meses. Tras la intervención quirúrgica, las personas pueden necesitar terapia hormonal a largo plazo. Dependiendo de su gravedad, las anomalías neurológicas provocadas por el tumor o la intervención quirúrgica pueden repercutir negativamente en la vida tras el tratamiento. Esto puede afectar al rendimiento social y académico, especialmente en los jóvenes.

Otros efectos poco frecuentes a largo plazo de la radioterapia y la cirugía de los craneofaringiomas pueden tener otras ramificaciones neurológicas. 

Conclusión

La vida después de una operación de craneofaringioma puede ser difícil, sobre todo si las cosas no han ido como se esperaba. Mientras que algunos pacientes pueden llevar una vida esencialmente normal, otros necesitan intervenciones médicas a largo plazo, como terapia hormonal o terapias posteriores, debido a la reaparición del tumor.

El tratamiento de los síntomas de un craneofaringioma después de la intervención quirúrgica requerirá el apoyo de un equipo médico y de cuidadores. Para ayudar a un paciente con craneofaringioma, los cuidadores deben conocer a fondo sus necesidades médicas. Mientras que algunas personas pueden necesitar cuidados más intensos, otras pueden ser capaces de realizar tareas cotidianas sencillas.

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Fundación Raymond A. Wood
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