Expectativa de vida del craneofaringioma: Pronóstico, tratamiento y perspectivas

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Esperanza de vida del craneofaringioma

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Al igual que ocurre con la mayoría de las enfermedades crónicas, la esperanza de vida del craneofaringioma es una grave preocupación para los pacientes debido a las complicaciones a largo plazo y las altas tasas de recurrencia. Es poco frecuente, benigno (lo que significa que no se extiende a otras partes del cuerpo) y, sin embargo, puede causar algunos problemas graves debido al lugar donde crece. Este tumor cerebral ataca la región que rodea la hipófisis y los nervios oculares (vía óptica). 

Aunque el diagnóstico suele producirse entre los 5 y los 14 años, los adultos mayores de 50 años también pueden padecer craneofaringioma. El tumor suele ser sólido y quístico (lleno de líquido), y puede provocar otras enfermedades graves, problemas a nivel hormonal y problemas de visión. 

Ahora bien, una de las principales preguntas que la gente se hace de forma natural es sobre la esperanza de vida tras el diagnóstico. ¿Qué factores determinan la supervivencia? ¿Y cuál es el pronóstico después del tratamiento? Este completo artículo analiza esperanza de vida del craneofaringioma en niños y adultos, qué esperar tras el diagnóstico y cómo vivir con la enfermedad. 

¿Qué es el craneofaringioma?

El craneofaringioma es un tumor poco frecuente que se forma cerca de la hipófisis, una estructura diminuta pero poderosa que regula las hormonas de nuestro cuerpo. Este tumor es de crecimiento lento y, en sus fases iniciales de desarrollo, puede ser difícil de detectar. No es un cáncer, estrictamente hablando, pero debido al lugar donde crece, puede añadir presión a otras partes vitales del cerebro, como el hipotálamo, el tallo hipofisario y el nervio óptico. 

Existen principalmente dos tipos de craneofaringioma:

  • Craneofaringioma adamantinomatoso (ACP), más frecuente en niños
  • El craneofaringioma papilar (PCP), suele afectar a adultos.

Aunque estos tumores no se extienden, su crecimiento puede acarrear más problemas, como desequilibrios hormonales, de la visión, del metabolismo e incluso de la función cognitiva. Esto hace que su tratamiento sea bastante complejo. Representan alrededor del 6% de todos los tumores cerebrales primarios, y aproximadamente 50% de los casos se dan en niños menores de 14 años. 

Craneofaringioma

Esperanza de vida del craneofaringioma: Panorama general

Generalmente, esperanza de vida del craneofaringioma es favorable, sobre todo ahora que el sector médico ha realizado avances en cirugía, radioterapia y tratamiento hormonal a largo plazo. Los estudios indican que la tasa de supervivencia a 10 años puede oscilar entre 80% y 90% y esto depende de factores como la edad, el tamaño del tumor y lo bien que responda al tratamiento.

Dicho esto, la supervivencia es sólo una parte de la historia. La calidad de vida, la salud hormonal y los resultados cognitivos son igualmente importantes para comprender el pronóstico a largo plazo. 

¿Cuál es la esperanza de vida en la edad adulta?

Esperanza de vida del craneofaringioma en adultos es un poco más prometedor porque el tumor tiende a adoptar la forma papilar. Se comporta de forma menos agresiva y también responde bien a la terapia dirigida. 

Varios estudios, incluidos los citados por la NIHEn los últimos años, los resultados de las pruebas de detección precoz del cáncer de mama han demostrado que los pacientes adultos suelen tener una esperanza de vida cercana a la de la población general si el tumor se trata y se vigila. Sin embargo, incluso con tratamiento, ciertos riesgos siguen siendo preocupantes. Por ejemplo, complicaciones como el hipopituitarismo (pérdida de la función hipofisaria), los problemas de visión o la obesidad debida al daño hipotalámico pueden afectar a la salud a largo plazo. 

Entonces, ¿qué es lo que más influye en los resultados de los adultos? 

  • Alcance de la extirpación del tumor: La recurrencia se reduce con la resección quirúrgica completa. Sin embargo, esto supone un mayor riesgo, sobre todo si el tumor está cerca de regiones cerebrales críticas. 
  • Radioterapia: La radiación selectiva moderna, como la terapia con haces de protones, puede ayudar a controlar los remanentes sin causar daños cerebrales excesivos. 
  • Gestión endocrina: La terapia hormonal sustitutiva de por vida suele convertirse en parte de la rutina del paciente. Pero con un seguimiento médico adecuado, es posible controlarla. 

En resumen, aunque los adultos pueden sufrir algunos efectos crónicos, su esperanza de vida del craneofaringioma sigue siendo elevado, especialmente con atención multidisciplinar. 

Esperanza de vida del craneofaringioma en niños

Ahora, con los niños, el craneofaringioma toma un cariz diferente. La versión más agresiva, la adamantinomatosa, tiende a desarrollarse en niños y puede reaparecer con el tiempo incluso después del tratamiento. Aun así, los niños con craneofaringioma tienen mejores tasas de supervivencia que los adultos, situándose en 95% o incluso más durante 10 años. Eso significa que los niños tienen una probabilidad 95% de vivir 10 años o más. 

Para conseguirlo, seguirán necesitando atención médica continuada y apoyo después del tratamiento para superar los efectos secundarios, entre los que se incluyen:

  • Deficiencias hormonales, que requieren medicación de por vida.
  • Retraso del crecimiento o de la pubertad.
  • Desafíos visuales.
  • Dificultad de aprendizaje o cambios de comportamiento derivados de la afectación hipotalámica. 

Los niños con craneofaringioma no tienen que preocuparse tanto por la supervivencia. Más bien, su principal reto es la calidad de esa supervivencia. Y como el tumor, junto con el tratamiento, afecta a cerebros en desarrollo, los efectos secundarios a largo plazo pueden extenderse hasta la edad adulta. 

Por eso, los equipos de neurooncología pediátrica se centran más en preservar la función y reducir los efectos secundarios a largo plazo. Así pues, el tratamiento infantil no consiste únicamente en extirpar el tumor.

¿Qué factores influyen en el pronóstico del craneofaringioma?

Las personas tienen una constitución fisiológica diferente, y por eso no todos los craneofaringiomas se comportan igual. He aquí algunos factores clave que determinan el pronóstico y la esperanza de vida en general:

Edad del paciente en el momento del diagnóstico

Los pacientes más jóvenes, especialmente los menores de 5 años, pueden tener más complicaciones debido al efecto del tumor sobre el desarrollo. Los adultos, en cambio, suelen experimentar una mejor recuperación funcional. 

Tamaño y localización del tumor 

No sólo el craneofaringioma, cualquier tumor que invada el hipotálamo o la vía óptica plantea mayores riesgos y puede limitar la extirpación quirúrgica. Pero las modernas herramientas quirúrgicas y de diagnóstico por imagen han hecho que los casos tumorales sean más manejables que antes. 

Alcance de la resección quirúrgica

La extirpación completa ofrece las mejores posibilidades de control a largo plazo y, por lo tanto, una mayor seguridad. esperanza de vida del craneofaringioma. Pero es un acto de equilibrio. Los cirujanos deben decidir entre la resección total y la preservación de estructuras cerebrales cruciales. 

Recurrencia

Incluso después de una cirugía "completa", el craneofaringioma puede reaparecer, a veces años después. Las tasas de recurrencia oscilan entre el 20 y el 40%, dependiendo del abordaje quirúrgico. 

Complicaciones postratamiento

Los problemas endocrinos, la pérdida de visión y la obesidad hipotalámica son algunos de los efectos crónicos que afectan al bienestar general. Sin embargo, estas complicaciones no reducen necesariamente la esperanza de vida si se tratan adecuadamente. 

Opciones de tratamiento modernas: ¿Qué ha cambiado?

Antes de que se popularizaran las opciones de tratamiento modernas, la cirugía (craneotomía) fue el principal método para extirpar el tumor. Es un procedimiento delicado y de alto riesgo a través de la base del cráneo. Pero ahora, el tratamiento es mucho más refinado. 

Cirugía mínimamente invasiva

La cirugía transesfenoidal endoscópica (a través de la cavidad nasal) permite a los cirujanos acceder al tumor con un traumatismo mínimo. Este procedimiento funciona mejor si se trata de un tumor más pequeño o de la línea media. 

Radioterapia

En situaciones en las que la extirpación quirúrgica completa no es factible, la radiación dirigida como terapia de protones o radiocirugía estereotáctica (Gamma Knife) ayuda a controlar las células tumorales restantes. Este enfoque reduce drásticamente los daños colaterales en el tejido cerebral sano, lo que supone una gran ventaja para los resultados a largo plazo. 

También puede administrarse radioterapia tras la cirugía para intentar evitar que el tumor reaparezca. En el caso de tumores pequeños, puede recurrirse a la radiocirugía o a la radioterapia estereotáctica. Ambos tratamientos administran altas dosis de radioterapia al tumor, lo que puede ser eficaz para detenerlo definitivamente. 

Terapia dirigida 

En el caso de los craneofaringiomas papilares en adultos, los investigadores descubrieron que muchos llevan un Mutación del gen BRAF V600E, el mismo que suele observarse en algunos cánceres de piel. Fármacos dirigidos como los inhibidores de BRAF (por ejemplo, vemurafenib) han mostrado resultados prometedores en el control de estos tumores. 

Sustitución hormonal y cuidados de apoyo

Tras el tratamiento (cirugía o radiación), la mayoría de los pacientes necesitan un reemplazo hormonal de por vida para ayudar a controlar las deficiencias de hormona del crecimiento, tiroides, suprarrenales u hormonas sexuales. Con la supervisión médica adecuada, el reemplazo hormonal permite a los pacientes tener una esperanza de vida normal y una buena calidad de vida.  

¿Perspectivas a largo plazo tras el diagnóstico de un craneofaringioma?

El pronóstico a largo plazo tras el diagnóstico es importante porque supone una mejor esperanza de vida del craneofaringioma. El término "benigno" en craneofaringioma puede inducir a error. Aunque la enfermedad no es cancerosa, se comporta como tal en lo que se refiere a su tratamiento. 

Esto significa que los pacientes tienen citas periódicas tras completar el tratamiento. En cada cita, los médicos realizan exámenes exhaustivos y preguntan a los pacientes si están experimentando algún efecto secundario o síntoma. Algunas de las pruebas que se realizan durante el chequeo son:

  • Controles de los niveles hormonales
  • Resonancias magnéticas
  • Pruebas oculares

La frecuencia de las citas suele variar en función de la situación de cada paciente. La mayoría de las personas se someten a la revisión entre 6 y 12 meses, y esta puede prolongarse hasta 5 años. 

Retos más allá de la supervivencia

Incluso con altas tasas de supervivencia, el camino puede tener baches. Los pacientes, en estrecha colaboración con sus cuidadores, deben gestionar algunos de los problemas de salud que aparecen incluso después del tratamiento. Deben ser conscientes no sólo de los cambios visuales, sino también de los conductuales, neurocognitivos y emocionales, ya que pueden afectar a la calidad de vida. 

Problemas visuales 

Debido a la proximidad del craneofaringioma al quiasma óptico, la región del cerebro donde se asientan los nervios ópticos, los pacientes pueden experimentar problemas visuales incluso después del tratamiento. Estos problemas pueden darse entre el 50 y el 80% de los pacientes. Además, los pacientes más jóvenes también son más propensos a tener problemas visuales persistentes. 

Algunos pacientes pueden experimentar una pérdida parcial de visión, campos visuales reducidos o dificultades con la percepción de la profundidad. Pero con un diagnóstico precoz y una planificación quirúrgica cuidadosa, es posible reducir estos riesgos, aunque no eliminarlos por completo.

En la mayoría de los casos, la rehabilitación visual, el entrenamiento adaptativo y las tecnologías de apoyo ayudan a las personas a adaptarse y ser independientes. Las revisiones oftalmológicas periódicas y la atención neurooftalmológica son esenciales para detectar precozmente los cambios más sutiles y preservar al máximo la visión a largo plazo. 

Desequilibrios hormonales

El craneofaringioma puede afectar gravemente a la producción de hormonas al ejercer presión sobre las glándulas pituitaria e hipotálamo a medida que aumenta de tamaño. Esto suele ocurrir después del tratamiento y puede requerir una sustitución hormonal de por vida. 

Estos efectos secundarios adversos también pueden proceder de la radioterapia o de la extirpación quirúrgica del tumor. En determinados casos, el tratamiento puede implicar la extirpación intencionada de partes de las estructuras circundantes, como las glándulas, para eliminar por completo el tumor. 

Aumento de peso y problemas metabólicos

Después del tratamiento, esperanza de vida del craneofaringioma puede seguir siendo una preocupación mayor, incluso con la desaparición del tumor. Esto se debe a que los pacientes pueden tener que enfrentarse a una de las complicaciones más comunes a largo plazo: la obesidad hipotalámica. Está causada principalmente por daños en el hipotálamo durante el crecimiento y el tratamiento del tumor. 

Esta parte del cerebro regula el hambre, el metabolismo y el equilibrio energético. Cuando se altera, el "termostato" del apetito y el almacenamiento de grasa se descontrola. Incluso un pequeño consumo de calorías puede provocar un rápido aumento de peso difícil de revertir. 

Controlarlo no es tan sencillo como hacer dieta y ejercicio; a menudo requiere una combinación de supervisión médica, terapia hormonal y apoyo psicológico. Algunos pacientes también pueden beneficiarse de nuevos fármacos para el control del peso que pueden ayudar a restablecer el equilibrio de los procesos metabólicos.

Orientaciones futuras: Hacia dónde se dirige la investigación

La investigación del craneofaringioma evoluciona rápidamente. Los investigadores buscan formas de mejorar el diagnóstico y el tratamiento de este tumor benigno en lugar de centrarse únicamente en su extirpación. Los estudios actuales exploran:

  • Perfiles genéticos para personalizar el tratamiento, especialmente en el caso de las mutaciones BRAF.

Conclusión

Esperanza de vida del craneofaringioma entre 90% de los pacientes es de al menos 10 años. Esto significa que los pacientes pueden sobrevivir más de 10 años tras superar el tratamiento. Aunque pueden experimentar déficits visuales y hormonales, la mayoría de los pacientes que han sufrido un craneofaringioma pueden seguir viviendo con menos trastornos importantes en su calidad de vida. Para que esto ocurra, un equipo médico multidisciplinar debe trabajar en tándem con cuidadores de apoyo para ofrecer la mejor atención posible al paciente.

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Fundación Raymond A. Wood
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